[FF Harry Potter] Sin título [One-shot]

Bueno, antes de nada quiero decir que soy pésima para poner títulos y nada de lo que he escrito lo tiene, lo siento mucho xD
Siempre me ha gustado escribir, pero esta va a ser la primera vez que alguien lea algo mío. Me da mucha vergüenza Pero al ver que cada vez más gente publica sus fics, me he animado a hacerlo yo también. Es un poco largo pero bueno... Espero que os guste



—Hay que hacerlo ahora, Padfoot, antes de que venga alguien —susurraba James frenéticamente mientras miraba el mapa.

A su lado, Sirius murmuró un complicado hechizo mientras realizaba una floritura con la varita. Un segundo después, el pelo de Severus Snape se había vuelto de color rosa y lo mejor de todo, es que él ni siquiera se había dado cuenta.

—Esto es genial —masculló Sirius, sin poder parar de reír.

Estaban en uno de los pasadizos que salían del vestíbulo, cubiertos por la capa invisible de James, así que de todos modos nadie habría podido verlos. Sin embargo, resultaría igual o incluso más sospechoso que alguien viese un hechizo saliendo de la nada, por lo que llevaron el mapa consigo.

Torturar a Snape, o Snivellus, como lo llamaban ellos, era uno de sus pasatiempos favoritos. Cada cierto tiempo le hacían víctima de una de sus gamberradas. Era tan raro, y estaba siempre tan solo... Para colmo, James sospechaba que iba detrás de su pelirroja y eso era algo que él no podía permitir.

La última broma había consistido en encantar su mochila para que cantara canciones obscenas a voz en grito. Nadie los había descubierto pero Snape supo al instante quiénes estaban detrás de aquello: no era ningún secreto que él y los merodeadores, en especial James Potter, eran enemigos acérrimos.

James aún recordaba la pelea que había tenido con Lily el año anterior por una de esas gamberradas. Había elevado a Snape en el aire, colgando cabeza abajo, y le había bajado los pantalones. Ella había salido a defenderlo e incluso le gritó que era un egocéntrico y un engreído. Desde entonces, se había guardado las espaldas para que no supiera que aún seguía practicando su deporte favorito, después del quidditch.

No es que James fuera un desalmado. Snape y él se habían caído mal desde el momento en que se vieron por primera vez, en el Expreso de Hogwarts. Además, admitía sin tapujos estar del lado de Voldemort en la guerra contra los nacidos de muggles, contra los sangre sucia, como eran llamados por gente como él. Esto le resultaba a James muy irónico a la par que molesto, teniendo en cuenta que la que fue su mejor amiga era una de esas sangre sucia a quienes odiaba.

En adición, Snape tampoco dudaba en lanzarle un maleficio cada vez que lo veía solo en algún lugar. Teniendo en cuenta todo esto, James pensaba que nadie podía reprocharle que se diera el gusto de torturarle de vez en cuando.

A Peter le divertía lo que sus amigos eran capaces de hacer, aunque casi nunca participaba directamente. Remus lo desaprobaba y sin embargo, nunca hacía nada por evitarlo.

Se quitaron la capa antes de salir del pasadizo, y una vez en el vestíbulo, se camuflaron entre la gente que se dirigía en masa al Gran Comedor, ya que era casi la hora de cenar. Ya nadie podría echarles la culpa de lo que acababa de pasar.

Las tripas les rugían así que fueron directamente a la mesa, esperando encontrar a sus amigos allí. No querían que se perdieran la entrada triunfal de Snape.

Caminaron a lo largo de la mesa de Gryffindor hasta el extremo más alejado, donde se sentaban Remus y Peter. Se pusieron de cara a las grandes puertas de entrada para presenciar el evento con mayor comodidad.

—¿Qué os traéis entre manos? —preguntó Remus, que enseguida se había percatado de que algo sucedía.

—Espera y verás —respondió James, riéndose entre dientes.

Llegó Lily acompañada por Mary, su compañera de habitación, y ni rastro de Snape. Lo único que podía preocuparle a James era lo que pensara su pelirroja de aquello, pero el mal ya estaba hecho. De todos modos, si no lo veía iba a enterarse tarde o temprano.

—Matadme por haberme perdido esto —pidió Peter, aunque apenas pudieron entenderle por la carcajada que soltó. Todo el Gran Comedor se había girado hacia la entrada al ver a Severus Snape, ajeno a todo lo que pasaba. Se detuvo un momento junto al umbral sin saber por qué todos lo miraban y dándose cuenta de que hasta sus propios compañeros se burlaban.

Nott, un alumno de Slytherin de séptimo curso, se levantó y se lo llevó de allí cogiéndolo del brazo. Vieron al profesor Slughorn salir también tan rápido como se lo permitían sus regordetas piernas, mientras todos los alumnos se reían. O casi todos, porque cuando James vio la cara de Lily, se arrepintió de lo que había hecho. La pelirroja se volvió hacia él con expresión acusadora en el rostro.

—Cuando creo que puedo encontrar algo bueno en ti, haces algo como esto y lo estropeas todo. Y aún eres capaz de preguntarte por qué no quiero salir contigo.

—¡Pero yo no he sido! —exclamó James, pero no sirvió de nada porque Lily se levantó sin haber probado un bocado de su plato y fue tras el profesor de pociones.

Lily estaba furiosa. Le odiaba, lo hacía con todas sus fuerzas y sabía que jamás llegaría a agradarle un chico como aquél. Era una mala persona y nadie podía negarlo.

Encontró a Snape y a Nott en el pasadizo que iba a las mazmorras. El profesor Slughorn estaba solucionando el problema de su pelo.

—¿Qué hace aquí, Evans? —inquirió al verla llegar.

—Quería saber si estaba bien —respondió ella. Se detuvo con paso inseguro al ver la expresión de Nott. No había pensado en él cuando salió disparada del Gran Comedor.

—No es necesario que esté usted aquí, se perderá la cena. A menos que sepa quién le ha hecho esto al señor Snape... Él parece tener una idea bastante concreta.

—Ya se lo he dicho, han sido Black y ese Potter. ¿Por qué no me escucha? —se quejó Snape, cuyo pelo volvía a ser negro.

—Yo también lo pienso, profesor —intervino Lily rápidamente, al ver que Slughorn iba a replicar.

—Pero no tenéis pruebas —apuntó éste. La miró con sus ojillos azules.

—¿Podría hablar con ellos, al menos? Es algo típico que harían Potter y Black —dijo Lily.

—Hablaré con la profesora McGonagall y los llamaré luego a mi despacho. Podéis volver al Gran Comedor. Snape —dijo Slughorn, volviéndose hacia él—. Si lo prefiere, puedo mandar a un elfo doméstico a la sala común con la cena. No creo que quiera volver ahí dentro.

Snape se limitó a asentir con la cabeza, con los ojos fijos en el suelo. Nott le dio una palmada en el brazo y siguió al profesor hasta el Comedor, no sin antes dirigir una gran mueca de desprecio a Lily.

—Siento mucho lo que ha pasado —dijo ésta con un hilo de voz cuando se quedaron solos.

—¿Ha sido culpa tuya? —inquirió él con brusquedad, sin mirarla.

—N-no...

—Entonces, déjalo.

El chico se dio la vuelta para marcharse al tiempo que se pasaba una mano por el pelo. Lily se quedó quieta un momento, pero reaccionó.

—¿Por qué te comportas así conmigo?

Severus se detuvo en seco y habló sin mirarla aún.

—No es de tu incumbencia lo que me pase ya, Evans.

—No me llames así —le pidió ella, con voz temblorosa—. Soy Lily... Siempre lo he sido, ¿no?

—¡Fuiste tú la que quiso que dejáramos de hablarnos! —Severus estalló. Se dio la vuelta y, esta vez sí, la miró a los verdes ojos.

—¡Porque tú defiendes ideas que yo ni siquiera estoy dispuesta a considerar! —gritó Lily—. Vas en contra de los nacidos de muggles y, ¿qué soy yo? ¡Una sangre sucia!

—No hables así...

—¿Por qué? ¿Es diferente conmigo? ¡Mi familia es muggle, Severus, no sabía que yo era bruja hasta que me llegó la carta! ¡Soy como todos a los que odiáis!

Se produjo un incómodo silencio en el que ambos se miraron, cara a cara, como no lo habían hecho desde hacía casi un año. Él fue el primero en bajar la mirada.

—Aléjate de mí —se limitó a decir. Emprendió el camino hacia las mazmorras de nuevo, y esta vez no se detuvo cuando Lily habló.

—Sólo quiero que sepas que cuando estés listo para volver a mi lado, estaré ahí para recibirte. Tienes elección. Pero si decides quedarte en el lado oscuro, no voy a acompañarte —a Lily se le quebró la voz y salió corriendo del pasadizo, en dirección al vestíbulo. Pasó de largo del Gran Comedor y subió las blancas escaleras de mármol, sin apenas poder ver por dónde iba a causa de sus ojos empañados.

Al igual que tampoco había podido ver las lágrimas que bajaban por el rostro de Severus cuando, en silencio, le susurró un «lo siento» tras oírla correr.



Comentad lo que queráis, por favor! Y si veis algún fallo gramatical o de ortografía, alguna expresión que penséis que queda mejor que otra que yo haya usado, hacédmelo saber Por cierto, he cogido los apodos de la versión inglesa simplemente porque me gustan más... Nunca terminé de ver la relación entre Sirius y "Canuto" ¬¬ Y "Quejicus" tampoco me convenció xD

De verdad te gusta?? Claro que sí, guárdalo si quieres! Qué ilusión xDD Estaba nerviosa perdida jajaja!
También es mi tema favorito Quill, la época de los merodeadores me encanta... Quizás es porque no sabemos tanto de lo que pasó entonces y da más libertad para escribir sin hacer grandes cambios en la historia, pero es la época que más me inspira
Muchas gracias por comentar

Floren, gracias a ti también por leer Me alegro de que te guste y de que te metieras en la historia, me siento halagada jajaja
Subiré más, seguro... Ahora que me he decidido tengo ganas de publicar algunos más jaja

A mí Sev me da mucha penita por todo lo que le tocó vivir, y la relación que tuvo con Lily me fascina Ojalá no la hubiese dado de lado T_T
Gracias por leer y comentar, me alegra que te haya gustado!

Me encanta como escribes de verdad! De la historia, no es de mis temas favoritos ,James y Siruis no me caen bien, sobre todo James y Severus es mi amor imposible y me dan ganas de entrar a la escena y drales con avada kedavra a los dos por hacerle esto a mi bebote todo enamorado de Lily que al final cae en las garras de ese James lo siento me emociono con estas cosas! jjajajjaja Sigue subiendo fics!

Gracias entonces por haber leído a pesar de que no te gusta el tema, jajaja Veo que hay un odio generalizado hacia James, no tenía ni idea... A mí me cae bien xDD Aunque sí, dan ganas de cruciarle a veces ¬¬
Un beso!