[FF Harry Potter] Venganza [One-shot]

por **DraconisChispas54** Mar 3 Ene 2012 - 14:07

Se concentraba en seguir con la mirada las líneas que formaban las junturas de las piedras de la pared. Memorizaba cada muesca y cada surco en la oscura roca, fijándose en el relieve. La tocaba para averiguar su textura, sintiéndola fría bajo sus dedos.

Luego hacía lo mismo con las que formaban el suelo. Se paseaba de un rincón a otro de su celda, tratando de mantener la mente ocupada. No había ventana alguna por la que mirar y, aunque la hubiera, dudaba mucho que la desoladora imagen del mar embravecido le fuera a ayudar. No, estaba totalmente solo. Dependía de sí mismo para conservar la cordura.

Lo había visto demasiado a menudo. Los presos entraban en Azkaban desafiantes y clamando venganza, pero su determinación no duraba más que unos días. Luego se iban apagando poco a poco, cuando los dementores comenzaban a alimentarse de sus recuerdos felices y sus ganas de vivir. El pesar, la desesperanza y aquel frío que calaba hasta los huesos eran suficientes para que la mayoría terminara perdiendo la cabeza.

Pero él no era de esos. Era fuerte y, lo más importante, era inocente. Los dementores no podían hacerle daño porque no era un pensamiento feliz. Pensar que era inocente y aun así estaba condenado a pasar toda su vida en Azkaban, no le aportaba felicidad precisamente. Más bien, era un hecho.

«Soy inocente», se repetía una y otra vez, como un mantra. Cuando empezaba a sentirse demasiado triste, o cuando el frío le atenazaba hasta que apenas podía respirar, se obligaba a pensar en ello. Y al hacerlo se decía que quizás ya estuviera perdiendo la cabeza, que no podría aguantar así mucho tiempo más. Al fin y al cabo, llevaba años encerrado. A algunos presos se les habían aflojado las tuercas en apenas un par de meses; no sería extraño que él empezara a enloquecer.

«Soy inocente».

Se negaba a rendirse. Hacerlo significaría que había aceptado su condena. Era un destino injusto, porque Sirius Black habría muerto antes de traicionar a sus amigos. Él no era el responsable de la muerte de su hermano.

Porque James había sido su hermano. No de sangre, pero sí de corazón, lo cual era incluso más importante. Uno no elige la familia en la que nace, pero sí a la gente de la que quiere rodearse el resto de su vida… Y James fue todo lo que alguien como él podía pedir. Cuando repudiado por su propia familia huyó de casa, él fue el único que le ofreció un hogar. Su compinche en el colegio, su compañero de armas en la lucha contra Voldemort, el padre de su ahijado… James era tantas cosas…

«Soy inocente», se dijo de nuevo. No podía dejar que la desazón se apoderara de él.

***

Tenía un aspecto horrible. Siempre había llevado el pelo algo largo pero bien cuidado, y sin embargo ahora estaba sucio y desmadejado, demasiado largo como para resultar elegante. Se había quedado en los huesos tras años de cautiverio; los pómulos destacaban exageradamente en su rostro. Tenía los ojos hundidos, remarcados por unas profundas ojeras, y el brillo travieso que siempre lucía en ellos hacía tiempo que se había esfumado.

Hacía mucho que había planeado su huida, pero se preguntaba si de verdad sería capaz. Una cosa era pensarlo y otra, hacerlo. Si lo atrapaban, el fin que le esperaba era el beso del dementor. Pero, al fin y al cabo… ¿cuál era la alternativa? ¿Pasar el resto de su vida encerrado? La verdad es que no le atraía ese plan.

Todo surgió el día en que Cornelius Fudge hizo la visita a la prisión. Se había detenido unos instantes para mantener una breve charla con él, y le satisfizo ver que parecía inquieto. Debía de dar mucho miedo.

Y entonces le vio en primera plana, bajo un gran titular. Fue sólo un momento pero enseguida supo que era él y tuvo que pedirle el periódico al ministro procurando que la voz no le temblara, tratando de aparentar serenidad.

–Echo de menos hacer los crucigramas –mintió. Nunca le habían gustado.

Pero sirvió para engatusarle. Cuando se fue leyó la noticia con avidez y supo que Peter estaba en Hogwarts. Un repentino calor lo sacudió de repente, recorriéndole desde la cabeza a los pies. Cada célula de su cuerpo le gritaba que cometiera el crimen por el cual fue encerrado, sin siquiera darle el derecho a tener un juicio. Quería matarle.

Dejó de comer y sus carceleros no insistieron en alimentarle. Se quedó tan delgado que podía intuir cada hueso de su cuerpo a través de su pálida piel.

Recordaba todo eso mientras miraba los barrotes de su celda. Estaba bastante seguro de que cabría entre ellos y, entonces, tomó la decisión.

Su cuerpo comenzó a encogerse. El pelo negro se le extendió por el resto del cuerpo, mientras que las uñas se le alargaban y se volvían más afiladas. Le creció una cola peluda y el hocico se alargó.

Todo sucedió en apenas un segundo. Un enorme perro negro ocupaba el lugar donde antes había estado Sirius Black. Soltó un gruñido mientras trataba de acostumbrarse a su nuevo cuerpo, pues hacía años que no se transformaba. Se acercó despacio a los barrotes y se coló entre dos de ellos, casi ladrando de alegría al ver que pasaba sin dificultades.

Los dementores no hicieron ningún intento de detenerlo. Ya no era un ser humano, por lo que no podían captar sus emociones de la misma manera.

Tiempo después no sabría decir cómo salió de allí. El alivio y la alegría que le embargaron al verse fuera de Azkaban, con el viento soplando entre su pelo y la fina lluvia mojándole el rostro, estuvieron a punto de hacer que se desmayara. Pero no había llegado tan lejos para caer fulminado en la puerta.

De un salto se tiró al mar. Nadó durante horas; perdió la cuenta del tiempo que pasó. Estaba cansado y hambriento, sólo su fuerza de voluntad tiraba de él y hacía que siguiera adelante. Y de repente, divisó la costa.

Se dejó caer en la arena entre temblores. Estaba agotado física y psicológicamente, pero volvió a levantarse para dejar escapar un aullido que ponía los pelos de punta. Doce largos años habían pasado, pero iba a cobrárselo con creces. Y encima, había sido la primera persona en escapar de Azkaban.

Estaba eufórico.

Espero que os haya gustado y ya sabéis, si veis cualquier fallo me lo decís Razz

Acepto críticas por mucho que duelan xDD

por **QuillHeart149** Mar 3 Ene 2012 - 14:46

Me gustaaa *w* Ciertamente no tengo muchas palabras para decirte lo que me gusta Sad

Tus fics son muy reales :'D eso me encantaaa! Y me gustó mucho el detalle de que resaltaras tanto su pensamiento de que es inocente >_< ayuda mucho a hacer ver que está empeñado en no quedarse loco (?)

Lo que te podría decir de faltas :O en realidad si fallas en algo pasa por desapercibido normalmente, porque escribes muy bien Very Happy

Lo único que creo es que hubo un parrafito donde pusiste muchos puntos y seguidos y pudieron ser comas o punto y coma :O y aquí precisamente:

"Cuando, repudiado por su propia familia, huyó de casa, él fue el único que le ofreció un hogar."

Creo que está bien si le dejas solo la última coma ^^

Y no tengo nada más que decir Very Happy

Me encantan tus fics (L)

por **DraconisChispas54** Mar 3 Ene 2012 - 15:53

Buen punto Quill, la verdad es que tiendo a abusar de las comas u.u' Lo revisé antes de subirlo y quité algunas pero aun así se me siguen pasando bastantes xD Ya he corregido la frase que me dijiste y algunos párrafos más, creo que quedan mejor así Rolling Eyes

Me alegro mucho de que te haya gustado Very Happy

Eso da ánimos para seguir escribiendo y publicando ^^

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