Llegada a Hogwarts

hola quridos amigos de Slytherin, aqui quiero abrir un nuevo tema, algo mas para complemetar la historia de cada uno, como el nombre del tema lo indica, este post esta destinado a que escriban la historia de como llegaron a hogwarts, como unica regla, esta no insultar a nadie en la historia y cuidar de dañar sensibilidades, y nada obseno esta permitido aqui, un gran abraso a todos y a creear su propia historia.

Llegada a Hogwarts


Desde niño he sido criado dentro del mundo de la magia, mi
familia por parte de madre son todos brujas y brujos respetados en la
comunidad, desde el día en que mi hermano mayor ingreso al colegio de Hogwarts
de magia y hechicería yo he deseado ir también, y luego cuando mi hermana también
ingreso a Hogwarts mis deseos de ingresar aumentaron al doble, en las vacaciones
me llegaban contando todo tipo de historias de lo maravilloso que era la vida
en el castillo, y yo envidioso me moría por venir.


El verano de mis 11 años fue el más largo de mi vida, creí
que no terminaría nunca, no fue sino hasta la penúltima semana de vacaciones
que recibí mi carta para Hogwarts, en
ella decía que me daban la bienvenida a este magnífico colegio y que me
esperaban en la estación King Cross en la plataforma 9 ¾, para abordar el tren
hacia Hogwarts dentro del sobre venia mi boleto para el tren y la lista de útiles
del colegia, ese mismo día arrastre a mis padres al callejón Diagon para hacer
las compras, estaba tan emocionado que no paraba de correr para todos lados,
mis hermanos mayores que ya habían salido de Hogwarts nos acompañaron a mi
padres y a mí a hacer las compras, mi hermano mayor, que trabaja deshaciendo
hechizos para Gringotts, me arrastro
hasta el emporio de lechuzas y me compro a Plumas una lechuza Estrígido de
grandes ojos amarillos y un plumaje casi dorado, de su nuca le salen 3 largas
plumas blancas que el encargado ofreció córtalas si lo deseaba, pero no lo permití,
le entregaba un aspecto único y alocado y deseaba conservarla así, mi hermana
que trabaja en el ministerio de magia de mi país se ofreció a comprarme los
libros y mis túnicas como regalo por haber ingresado a Hogwarts, recorrimos la
tiendas recolectando todo lo que aparecía en la lista, pero a la única tienda a
la que yo quería ir mis padres no se mostraban muy presurosos a llevarme, Olivander,
la tienda de varitas, desde niño en las
reuniones familiares veía como mis tíos se batían a duelos espectaculares que hacían
temblar la casa de mi abuela, siempre que podía tomaba una de las varitas de
cualquiera de mis tíos y practicaba los hechizos que los veía realizar a ellos,
la verdad es que ninguno me salía muy bien, aunque ya me sabia los movimientos
de varita y las palabras, el único hechizo que puedo realizar a la perfección
es Levicorpus que es el hechizo favorito de mi tío Luis, a los 8 años le pedí
que me lo enseñara y el que es mi tío favorito lo hizo, cuando por fin llegamos
a Olivander entre yo solo, mis padres y hermanos me dijeron que lo mejor es
vivir esa experiencia solo, ingrese algo temeroso, la tienda por fuera es algo tétrica
pero intente que no se me notaran los nervio, no sé si lo conseguí, al ingresar
sonó una campanita y detrás del mostrador se encontraba un señor de edad con el
cabello desordenado, que al sentir la campana se dio vuelta – Bienvenido joven
amigo, ven, ven te esperaba joven Roble – me dijo, yo extrañado que supiera mi
nombre lo seguí me empezó a mostrar toda serie de varitas, por lo menos diez me
las quito apenas y me las había pasado, hasta que al final se fue riendo hacia
el final de la tienda subió una larga escaleta hasta alcanzar la última varita
que se veía en ese estante al descender me dijo – Aliso 31, 25 cm, sorprendentemente
susurrante – me poso en mis manos – ha y centro de pluma de fénix – cerré mi mano alrededor de la varita y esta
se encendió una luz azul brillo por un segundo en la tienda un calor recorrió
mi brazo y se detuvo al llegar a mi
pecho, Olivander sonrío dijo que había sido un cliente difícil y me agradecía
por eso, no le tocaba muy seguido atender a personas tan complicadas como yo,
no supe si me alagaba o me ofendía, page los 7 galeones y salí de la tienda, mi
familia me esperaba fuera y estallaron en aplausos cuando vieron mi varita,
luego de eso nos fuimos de vuelta a casa a raves de polvos Flu en casa me
esperaban mi abuela y mis tíos que habían preparado una fiesta para celebrar mi
ingreso a Hogwarts, esa noche me dejaron acostar tarde casi de amanecida,
separe a mi tío Luis de los demás y quise mostrarle mi varita sin siquiera esforzarme
pensé Levicorpus y mi tío se elevó soltando una fuerte carcajada al liberarlo
del hechizo me abrazo con fuerza, creo que lloraba porque cuando me soltó se
dio la vuelta y salió de la casa.


Esa últimas semanas en mi casa me dedique a estudiar mis
libros, en especial uno, estaba decidido a ser el mejor en esa clase mi sueño dependía
de que me fuera bien en ese ramo, unos días antes de ir a Hogwarts viaje donde
mi abuela al sur de chile a despedirme de ella y de mis tíos y primos, y visite
cierta cueva para despedirme de unos amigos muy especiales.


La mañana del primero de septiembre me levante al alba, mi
madre corría por toda la casa buscando las ultimas cosas que necesitaría en el
viaje, viajamos en polvos Flu hasta Londres, mas específicamente al el caldero
chorreante y de allí tomamos el metro hacia la estación de tren.


El expreso Hogwarts esperaba humeante como lo recordaba de
los tiempos de mis hermanos a que dieran las 11:00 para partir, mis padres y
hermanos me abrazaron al subir al tren, me desearon la mejor suerte del mundo,
y me pidieron que por favor no comenzara a batirme de inmediato a duelo con mis
compañeros – cosa que no hice jejej – el
tren partió y yo me quede en la puerta viendo como mi familia se hacía cada vez
más pequeña a medida que avanzaba el tren.


Recorrí el tren hasta el último vagón, ya que estaba todo
lleno, en el solo había una niña de pelo morado bastante extravagante, me dijo
que se llamaba feather, como me complico el nombre le pregunte si podía llamarla
feat que era más fácil para mí, ella simplemente rio y me dijo que le digiera
como quisiera, durante el resto del trayecto fuimos conversando y conociéndonos,
se convirtió en la primera amiga que hice Hogwarts y que hasta ahora lo es,
cuando llegamos a la estación en Hogsmeade un señor gigante nos llamó a los de primero a que lo siguiéramos, Feat y
yo nos miramos y seguimos a ese gigantón, entonces vi a Hogwarts por primera
vez, la vista era impresiónate, un castillo magnífico se perfilaba sobre un
acantilado, con innumerables torrecillas, simplemente hermoso, nos subimos a
unos botes de a cuatro personas, al llegar al castillo, fuimos recibidos por la
profesora McGonagall la reconocí de inmediato por la descripción que me habían dado
mis hermanos, era a el profesor que más quería conocer, y que ha resultado ser
fundamental en mi formación de mago, nos
guio hasta el gran comedor, esa fue otra grata sorpresa, cientos de velas ardían
sobre las cabezas de cientos de estudiantes que nos miraban con interés, cuatro
largas mesas separaban la cuatro casas de Hogwarts, mis dos hermanos mayores habían
pertenecido a Griffindor y Revenclaw respectivamente, y toda mi familia se había
repartido solo entre esas dos casas, así que yo sabía que quedaría en una de
esas dos, cosa que me parecía fabuloso porque ambas me encantaban, cuando fue
mi turno para ponerme el Sombrero Seleccionador me dirigí con paso firme hacia él,
aunque por dentro temblaba de miedo, al colocármelo el sombrero me dijo –
Haaaa, una mente extraña, un chico extraño, inteligente e intuitivo, gran determinación,
puedes llegar a la grandeza y los que más te ayudaran sin duda serán ellos, Si,
es lo mejor para ti – gritando para todo el comedor dijo SLYTHERIN – mi mente quedo en blanco varios minutos, no sabía
cómo reaccionar, la profesora McGonagall me retiro el sombrero y me dirigí
hacia la mesa de los Slytherins con paso de zombi aun aturdido por la noticia,
no terminaba de asimilar que estuviera en Slytherin.


Cuando el banquete termino la prefecta nos guio a la sala común
de Slytherin que se encontraba en las mazmorras, Quill, como se llamaba la
prefecta nos llevó hacia una pares en la que se ocultaba una puerta secreta
para el ingreso a nuestra sala, era espaciosa y iluminada con los colores verde
y plata, con los de primero nos quedamos conversando un rato antes de subir a
nuestras habitaciones, Feat había quedado conmigo en Slytherin y eso me
alegraba en algo la noche, el jefe de la casa nos leyó una carta de bienvenida
y a medida que avanzaba en la lectura y describía los atributos de un
Slytherin, lo comprendí, ese era mi lugar, ese era el sitio al que siempre pertenecí,
aquí estaba mi hogar.

Hasta los 11 once años, cuandoe llegó la carta de Hogwarts, no supe nunca que era bruja, ni tampoco sabñia de la existencia de un mundo mágico. Aunque mi padre es brujo y estaba al tanto de todos los sucesos del mundo mágico, mi madre no quería que creciera pensando solamente en la llegada de la carta. La decisión de madre se acentuó cuando nació mi hermana y yo no mostraba nongún signo de magia.

Ese verano, cuando cumplí 11 años, mi padre estaba un poco ancioso, ahora entiendo que esperaba la carta de Hogwarts pero en ese momento no comprerndía que mirara el buzón todos lo días. El día que llegó; estaba preocupada por el distaciomento de mi padre (el siempre fue muy cariñoso conmigo y mi hermana) no era un día de tormenta, todo lo contario, estaba soleado con el sol bien sobre nuestras cabezas; quemando la piel. Por eso fue bastante extraño que se cortara la luz y una leve llovizna cayera solo sobre nuestra casa. A mi padre se le iluminó la cara, nos miraba a mi y a mi hermana esperanzado, en cambio mi madre se puso blanca como un fantasma (no es que desprecie a lo magos, ama mucho a mi padre, pero después de 11 años en los cuales ninguna de sus hijas mostró ningún signo... fue una sorpresa para ella)
Mientras mi padre seguía mirandonos una "cosa" voldora pasó por debajo de la puerta. No sé si fue la emción o qué, pero papá sacó su varita de un bolsillo de cu pantalón (era larga y negra, con ynos detalles en el mango como una garra) y dijo "accio-carta" la carta voló a sus manos. La abrió y se sorprendió aún mas de lo que estaba cuando se dió cuenta que decía mi nombre. Sé que creyó que sería para mi hermana (aunque ella no tuviera edad para ir).
Luego mis padres, mas papá, me explicó de que iba todo. Al principio creí que mis pobres padres habían perdido un tornillo o algo pero luego de que motró la varita he hizo algunos encantamientos le creí.
La semana siguiente fuimos al callejón diagon, recorrimos todas las tiendas, no quería perderme de nada. En ese momento sentí que había perdido mucho tiempo y quería recuperarlo. Luego de un muy cansador día volvimos a casa con un montón de cosas raras para mí. El mas especial de todas mis nuevas adquisiones siempre fue mi pequeño Taverstock, un gatito naranja, en ese momento era una bolita de pelo risado con unos grandes ojos.
Tres semanas después, estabamos toda la familia en King Cross buscando la plataforma 9 3/4. Por supuesto mi padre sabía como entrar, el parecía mas emocionado por volver a estar entre los suyos, tanto que al pasar la pared sacó su varita y se cambió su ropa por una túnica marrón. Me costó desperdirme de todos, nunca me había ido sin ellos a otro lugar y menos por tanto tiempo. Luego de algunas lagrimas logre entrar en el tren. Ya vestía mi túnica mi papa me la había puesto con un hechizo.
Entre en el primer vagón que iba, justo cuando el tren empezaba su marcha . Con Tavie en los brazos corri a la ventana a despedirme. Ya sentada me fijé en quienes estaban a mi alrededor, eran dos niñas y un niño; sus nombres eran Leonor, Adriana y Andrew. Rápido empezamos a hablar. Leonor era bajita con el pelo negro y ojos marrones, tenía la cara mas tierna que Adriana. Ella parecia mas ruda con su pelo castaño y ojos violetas; con esto ultimo me asuste pero nos dijo que era una broma de su hermano mayor Sebastian, pronto volverian al gris caracteriztico de sus ojos. Andrew o Andy, como le gustaba, era un niño muy lindo rubio y de ojos verdes, tenía el pelo alboratado.
Pasamos el viaje hablando sobre nosotros, al llegar a Hogwarts me asusté al ver al hombre alto pero nos saludo con una linda sonrisa. Pasamos el lago en bote, con miedo por mi parte, hasta llegar al castillo. La profesora Mcgonagal nos llevó hasta el sombreo seleccionador. Primero pasó Andy, el quedó en Hufflepuff igual que Leonor: juntos fueron a su mesa. Esperaba quedar con ellos pero no fue así, el sombrero en mi cabeza gritó "Slytherin" un poco aturdida me fui a la mesa de mi casa. Despues vi como Adrinaa iba hacia la Gryffindor. Al parecer no nos querian juntos.
Luego del banquete un poco mas acostumbrada a mi nueva casam nos llevaron a nuestra sala común...
Slytherin es ahora mi casa, donde pertenezco y me siento bien y comprendida. Leonor, Adriana y Andy siguen siendo mis amigos aun.

El sol se filtraba por las desgastadas cortinas de una habitación en el centro de un pueblo, la pintura de los muros era clara y muchas fotos de diferentes momentos estaban en la pared. Nada especial al parecer ocurría en este dormitorio, pero lo realmente extraño para una persona común era que las fotos sonreían y lanzaban besos, otras caían de espalda al agua o simplemente se acomodaban en el asiento para ser fotografiadas.

Era un día común como tantos otros a lo largo de ese mes, pero como nunca unas pisadas apuradas se escucharon al otro lado de la pared y la puerta de madera fue abierta con tal violencia que me hizo esconderme entre las mantas, mientras un grito multitudinario se hizo audible. – FELIZ…… FELIZ CUMPLEAÑOS KARME!!!

Me senté en la cama y el espejo me regreso mi imagen, una pequeña de cabello negro y ojos avellanados me sonreía y como un robot cogió la almohada y la lanza a dos Jóvenes- Son unos inconscientes, no son más de las 10 am – y en ese minuto me fije en el reloj de pared con forma de Lechuza que me habían regalado el año anterior, este me miraba fijamente con su sombrero de bruja y en el pecho señalaba las 8:30 Am, los mire enfurecida y volví a taparme con las mantas. Unas manos firmes se aferraron a mi cintura para torturme unos minutos haciéndome cosquillas hasta que grite que me rendía.

Vamos a desayunar todos te esperan, es el día más importante de tu vida- dijo Nicolas, mi hermano mayor.

Venga que te mato a cosquillas si no bajas en 3 minutos- me dijo el otro que no era nada menos que uno de los amigos de mi hermano. Me sonroje y lo mire con la ira controlada en la garganta cuando sus miradas chocaron, decidí que no podría dilatar el momento. Odiaba sus cumpleaños.

El comedor estaba adornado en tonos Verdes, Azules, rojos y amarillos, nada más entrar su padre la alzo en los brazos y todos gritaron- QUE QUEDES EN (el nombre de las 4 casas sonaron en el lugar)

Pero no ha llegado la carta ¿y si no llega?- noche tras noche ese último mes se había preguntado si algo saldría mal… y si la lechuza no sabía cómo llegar, que consuelo era que todos dijeran que la gata del director sabia cada cosa de los alumnos. Lo que siguió fue tan común como todos los cumpleaños de un niño de 11, lo poco común fueron los regalos. Calderos chorreantes de caramelo, brujas fritas grajeas, ETC.

Cuando dieron las 10 de esa mañana un pequeño pájaro irrumpió por la chimenea de la cocina, se acomodo en la mesa en torno a todos y se dirigió a mí. Saltando y ululando como si fuera lo más común de la vida. ¡Cógela Karme trae tu carta, Ahora! -Gritaron Nico y Louis.

El animal se coloco entre mis manos y dejo que desprendiera el pergamino con letras esmeralda. Luego de la partida del animal todo fue vértigo y los días pasaron rápido entre las compras para mis nuevas clases.

Cuando llego el día de marchar, mis padres me subieron en uno de los autos y nos dirigimos al andén 9 ¼, donde el Expreso escarlata era el rey entre la cortina de humo, lo mire como si fuera un monstruo de metal rojo, dispuesto a arder en cualquier momento. Sentí una mano en mi hombro y al mirar era Louis con esa sonrisa dulce de toda la vida. Mi voz salió débil peor audible- Eres un mentiroso, dijiste que me cuidarías allí- mi mirada fría se clavo en la suya. Y su voz fue todo menos cruel- Lo intente, pero no pude reprobar el 7° curso, pero no te preocupes estoy a una lechuza de distancia- su sonrisa se desapareció cuando mi madre llego a recordar que debía subir sin demora. Louis beso mi mejilla y me entrego a los brazos de Nico el cual a su modo me paso la lengua por la otra mejilla y me mordió en el mismo lugar en donde había estado, mi madre reía a carcajadas cuando mi hermano medio animal me dejaba en el piso para que ellos se despidieran de mi.

Serás lo que quieras ser- mi padre siempre tan sabio sonrió en el momento que mi hermano y Louis subían mi baúl al tren.- Eres una Bekett, no lo olvides nunca.

No, padre- Le bese la mejilla y el beso mi frente, ese hombre tenía cada día menos años, me pregunte si sabia el secreto de la eterna juventud y no se lo había contado a la abuela.
Amor, la ultima foto, para recordar su primer día en la escuela- mi madre apuro a mi padre para la fotografía de rigor, el silbato del tren resonó en el andén y todo fue carreras y abrazos.

El viaje fue todo lo que ellos habían relatado, el sol se había perdido en el poniente y unas horas más tarde el tren se detenía en una estación, donde el Guardabosques nos guio hasta unas balsas, las que se encaminaron por las pétreas aguas nocturnas, todos miraban el agua esperando ver el tan esperado Calamar Gigante que había estado en esas aguas desde que la gente tenía memoria, yo solo miraba la construcción que se alzaba ante nosotros, nada, ni las muchas historias de Louis sobre el castillo y menos las aterradoras que nico podría haber relatado, se acercaban a lo que este gran Castillo produjo en mi interior, los minutos eternos del viaje fueron nada comparado con el camino que recorrimos hasta las puertas de roble del Gran salón.

Una mujer con una sonrisa tensa y unos ojos severos nos dio a entender que nos miráramos bien las caras porque algunos serian nuestros compañeros de casa y nuestras familias y otros serian nuestros competidores más feroces tras la copa de las casas, pero que jamás olvidáramos que cada logro juntaba puntos y cada error nos costaría.

El Gran Comedor, estaba iluminado por velas voladoras, y al final del camino estaba ese sombrero que noche tras noche nico se encargo que yo temiera. Hasta que llego mi momento.

La profesora hizo resonar mi nombre en todo el comedor, camine hasta el taburete y de un pequeño salto quede a merced de ese sombrero de tela vieja y raída, muchas palabra sonaron en mi cabeza y creí que todos podían oírlas, hasta que el silencio llego y solo dentro y fuera de mi cabeza las palabras que marcarían mi destino- SLYTHERIN!!!!. Salazar te adoraría pequeña- fue lo último que escuche antes de que la señorita me sacara el sombrero parlanchín de las orejas. El camino estaba marcado, con Louis o sin el en el castillo, habríamos quedado en puntas opuesta, el escarlata y dorado le quedan muy bien y yo vestiría el maravilloso verde y plata.

Mi primera noche en el gran castillo de Hogwarts, fue de todo menos calma y Flich descubrió por primera vez en muchos años que los fantasmas hacían correr canicas escaleras abajo.

EDITO: como aun no habia roleado edito el personaje, me salio uno mas divertido

Como llege a Hogwarts

Yo soy Dorothy Sawyer de 10 años a poco de cumplir 11, hija unica de mis padres y espero ansiosa la llegada de mi carta de Hogwarts! no solo yo toda mi familia espera conmigo esa carta en especial mi padre trabaja en el departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas del ministerio de magia, es un hombre alto, delgado, rubio y muy amable, tanto mi padre como toda su familia siempre en sido de la casa de Slytherin asi que tenia la esperanza de serlo yo tambien.
Mi madre en cambio es mas estricta y es todo lo contrario que mi padre es mas bajita, con unos ojos azules como el cielo y con el pelo color castaño, estudiaron en Hogwarts mi madre en Huffelpuff y mi tia en Ravenclaw, durante el tercer curso fue donde mi madre y mi padre se conocieron haciendose amigos (pero eso no es lo que os vengo a contar)
...

El dia de mi 11 cumpleaños me desperte, me vesti y baje corriendo al salon alli vi a mis padres en la mesa desayunando, no me habian despertado, pero tampoco me enfade lo solian hacer a menudo, me dispuse a empezar a untar mi tostada con mermelada cuando apareció por la ventana Wizzy la lechuza de la familia, llevaba el correo, fue mi padre quien le cogió las cartas de la pata y me entrego un sobre era la carta de Hogwarts, empeze a dar brincos por toda la cocina, habia sido admitida, deje mi tostada inmediatamente y empeze a leer la carta estaba escrita con una fina caligrafia en una tinta verde esmeralda la carta decia lo siguiente

"Estimado (a) Dorothy
Tenemos el placer de informarle que ha sido aceptado(a) en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechiceria. Por favor, observe la lista del equipo y los libros necesarios.

Muy cordialmente

Minerva McGonagall
Directora Adjunta"

Estaba tan feliz era el mejor regalo que podia tener, junto a la carta estaba la lista de utiles, y el billete hacia Hogwats desde el andén 9 3/4,
Unas semanas después cuando faltaba menos de dos semanas para empezar el curso mi padre decidió llevarme al Callejón Diagon, así que después de comer nos dirigimos allí mediante los polvos Flu , me compraron todo lo necesario, las tunicas, los libros, de animal habia decidido que me llevaria a Ninfa conmigo, por ultimo fuimos a Olivanders a por mi varita, me quede maravillada con las estanterias y estanterias con miles y miles de cajitas, nos hacerquemos al monstrador y el Sr.Olivanders se me quedo mirando y digo
-mmm haber que tenemos para ti pequeña - subio en una escalera enorma y cojio varias cajas, bajo y saco una barita -Sauce, dieciseis y medio, cola de unicornio- me la entrego, agite un poco cuando un destello azul se ilumino, mi padre pago los galeones correspondientes y salimos cuando me llevo a la heladería Florean Fortescue, donde nos tomemos unos ricos helados antes de volver a casa

...

el 1 de septiembre nos me desperte de buena mañana y junto a mis padres partí hacia la estacion de King's Cross y fuimos al anden 9 3/4, me despedi de mis padres y me busque un asiento libre cuando vi un compartimento vació casi al final del tren y entre cuando me senté en el asiento al lado de la ventana me encanta estar al lado de las ventanas me relaja, me despedí desde la ventana de mis padres y fui viendo como cada vez se hacían mas pequeños, estaba feliz, pues iba a estudiar en el mejor colegio de todos, donde lo habían echo en mi familia durante generaciones, temía por no estar en alguna de las casas de mi familia Slytherin o Hufflepuff ya que si me ponían en Griffindor decepcionaría a toda mi familia principalmente a mi padre y no queria que eso pasara aun que estaba segura de que no seria una Grifindor no tengo nada en común, mi color favorito siempre a sido el verde, los animales que mas me an gustado siempre an sido los reptiles, estaba casi segura de que me pondrian en Slytherin, estaba nerviosa, algo interrumpio mis pensamientos, era un chico alto, moreno, con los ojos grises, me pidio que si podia sentarse ya que el resto del tren parecia estar vacio, amablemente le dige que si, se sento y estubimos hablando me digo que su nombre era Andrew, estubimos hablando y conociendonos todo el camino, me enseño algun pequeño truco que le habia enseñado su hermano mayor.

Cuando llegemos a la estacion de Hogsmeade un hombre giganton nos pidio a los de primer curso que le siguieramos, Andrew y yo le seguimos con todos los demas de primer curso, nos llevo hacia unos botes y nos subimos de cuatro en cuatro, entonces levante la mirada y vi por primera vez Hogwats, un inmenso castillo lleno de torrecillas y pasillos sobre un gran acantilado, y ibamos por el enorme lago, cuando llegemos al otro lado alli nos esperaba la profesora McGonagall ella nos llevo hasta el gran comedor, me quede maravillada miles de velas por el techo y cuatro largas mesas en cada una habian miembros de cada casa, la profesora nos llevo hasta el fondo donde a lo largo habia una gran mesa en la que estaban los demas profesores y el director Albus Dumbledore, en frente de la mesa del profesorado habia un tamburete y deduci que ese era el sitio donde el Sombrero Selecionador nos diria nuestra casa, cuando fue mi turno me dirigi al asiento y la profesora McGonagall me puso el Sombreso Selecionador

-Haaaa! una chica lista, inteligente e intuitiva y con aires de grandeza mmm... SLYTHERIN!!!

me retiraron el Sombrero y fui a sentarme con mis compañeros
Ha Andrew le pusieron conmigo y se sento a mi lado, durante el banquete todo fue genial conoci a varios mienbros de la casa y me advirtieron que tubiera cuidado con cierto Griffindor.

cuando todo termino la prefecta nos guio hasta la sala comun de Slytherin que se encontraba en las mazzmorras bajo el gran lago