Harry Potter and the Cursed Child || ACTUALIZADO 22 Dic

HARRY POTTER
and The Cursed Child

BlogHogwarts escribió:"Ayer se dio a conocer que la obra de teatro que se presentará en Londres en el 2016 se tratará de una secuela de la serie de libros de Harry Potter, y esto significa que esa obra de teatro se va a convertir en la octava entrega de la saga.

También significa un golpe muy duro para los fans que estábamos esperando que el universo de Harry Potter continuara, porque el medio en el que J.K Rowling ha decidido difundir la obra es cerrado. La obra de teatro solo va a llegar a unos pocos que tengan la oportunidad de comprar las entradas e ir al teatro en Londres. Es decir, que ya residan allá o tengan el presupuesto suficiente para afrontar el gasto. El resto de los fans tendremos que conformarnos con las reseñas y noticias que salgan sobre la obra, e ir hilando nosotros mismos la historia de Harry Potter and the Cursed Child a base de lecturas y oídas.

Es decir, nos vamos a enterar de la octava entrega de la saga de Harry Potter sin disfrutar del placer de descubrirlo por nuestra cuenta a través de la lectura, como hicimos desde La piedra filosofal. Ni siquiera tendremos el consuelo de verlo en la pantalla, como los fans que solo se han visto las películas. Al escoger continuar su obra en el escenario, J.K Rowling está dejando a la deriva a los lectores de todo el mundo que estuvieron con ella durante los libros de Harry Potter, esperando con impaciencia el lanzamiento del próximo libro, interactuando con el fandom, creando cosplays, fanarts, fanfictions y tertulias para hablar de la saga. Ahora, ¿qué tendremos? ¿La crítica de Times sobre Harry Potter and the Cursed Child? ¿Pocas fotografías, resúmenes de lo que ocurre? ¿Spoilers nada más?


Quiero pensar que J.K Rowling no se olvidará del resto de sus fans, al igual que tampoco ha dejado ir al Niño-Que-Vivió. Los orígenes de Harry Potter son literarios, y la saga sin esta nueva historia convertida en un libro estaría incompleta. ¿De verdad J.K Rowling va a dejar que la octava entrega se reproduzca por unas cuantas semanas y nada más? ¿Y luego qué pasará con el futuro de Harry Potter?

Mi apuesta, y digamos, mi esperanza, es que J.K Rowling publicará el libro Harry Potter and the Cursed Child. El panorama ideal es que se publique antes o a la par que la obra de teatro. ¿Qué tiene en desventaja mi apuesta? Que hasta el momento no se ha anunciado nada a nivel editorial: no se espera un nuevo libro de Harry Potter, y estas noticias suelen salir con bastante distancia de la fecha de publicación del libro.

También podría publicarlo después de la obra de teatro, y esto arreglaría un problema pero generaría otro: si el libro Harry Potter and the Cursed Child se publica después de la obra de teatro, esto quiere decir que para entonces ya vamos a saber qué va a ocurrir con Harry, con Albus y con el resto de los personajes de la saga literaria. ¿Habría diferencias entre la versión actuada y la escrita, como suele ocurrir? ¿O ya no tendremos sorpresas cuando llegue el momento de leerlo? Y seamos sinceros, ni siquiera podemos decir que lo leeremos para disfrutar de la maravillosa prosa de J.K Rowling, porque su punto fuerte nunca ha sido ese.

Tal vez esté comportándome de manera pesimista y todo vaya a salir bien para todos con la nueva historia de Harry Potter y Albus Severus; después de todo, hay libros que fueron primero obras de teatro, como J.M Barrie y su obra Peter Pan. Tal vez J.K Rowling quiera experimentar las diferencias entre escribir algo para representarlo en un escenario y no únicamente para leerlo."

DraconisChispas54 escribió:Yo me quedé un poco wtf al verlos y no sólo con Hermione, sino con los otros dos también. La verdad es que nunca he visto teatro pero es cierto que ahí lo que prima es la interpretación del papel. Sin embargo, no voy a decir que no me choca. Hemos estado años viendo a unos personajes con determinadas características que ahora no tienen, así que es normal que los fans hablen.

Por cierto que Rowling ya ha salido en defensa de la nueva Hermione diciendo que en ningún momento se dijo que ella fuese blanca. Me parece un argumento tan válido como decir que jamás se dijo que no tuviese una hermana siamesa colgando de la cadera pero en fin, es Rowling y cada vez desvaría más.

Tampoco falta el demagogo oportunista de turno tachando todas las quejas de "racismo", cuando lo único que pasa es que es una imagen bastante diferente de la que hemos visto durante aaaaaños. Y no solo en el cine, sino también en las portadas de los libros y en todo tipo de merchandising. Los fans somos exigentes y siempre queremos más (a mí siempre me rayó el detalle de los ojos azules de Daniel). Y eso es lo que hay

Dicho lo anterior, al final a mí me da bastante igual todo esto. No voy a ver la obra de teatro nunca por el gran detalle que ha tenido la amiga de querer que solo unos pocos fans puedan disfrutar de la secuela debido al formato elegido, así que se lo pueden comer todo con papas.

BlogHogwarts escribió:
La tardía corrección política de J.K Rowling
Escrito por gabycamz · diciembre 22 ·

El siguiente artícu** de opinión fue realizado por Frederika, estudiante española a punto de conseguir el título en Historia y lectora de literatura juvenil.

Hermione Granger no es el primer personaje que cambia de color según la adaptación —en este caso, la obra teatral que se está preparando para Harry Potter— pero quizás sí constituye uno de los pocos casos en los que la autora afirma que jamás definió su tipo de piel para salir de un apuro en el que podría ser acusada de racista.

Quizás Rowling habló con Ursula K. Le Guin, conocida por la variedad de personajes que emplea en sus historias —destacando a Ged de Un mago de Terramar, «blanqueado» por la posterior serie, para la razonable indignación de la escritora— y decidió que debía seguir su buen ejemplo. Quizás simplemente miró atrás y se dio cuenta de que podía meter a un personaje de color en su elenco protagonista. ¡Y qué personaje! ¡Hermione Granger, no sólo una mujer, sino el cerebro del grupo! ¡La elección perfecta!

El problema es afirmar que nunca has descrito la piel de tu protagonista cuando sí has dado indicios de que es blanca; por ejemplo, cuando Harry menciona su cara «pálida» mientras la ve de lejos a la sombra de un árbol —El prisionero de Azkaban, p. 332, ed. Salamandra, 2002— o que llega muy morena de Francia —sí, todo el mundo se puede poner moreno, pero sabemos que Inglaterra es el país de la lluvia y destacar que vuelves más que tostado es algo que normalmente llama la atención en una persona que no tiene piel oscura. En fin, que la autora no resalta que esté «más morena de lo normal»—.

El problema es no quejarte porque se respete la integridad de tu personaje cuando se lleva a las portadas de los libros, los calendarios y las películas con modelos blancos. En su tweet J. K. Rowling afirma que «White skin was never specified. Rowling loves black Hermione». No asienta canon sobre algo que el propio canon negaría en El prisionero de Azkaban, pero niega haber definido la «raza» de un personaje icónico, a pesar de haber apoyado durante más de una década a la versión «blanca».

No es cuestión de racismo, sino de ser consecuente con la historia. Personajes como Parvatil Patil o Lee Jordan son descritos con «piel olivácea» o «negra» directamente sin problemas por parte de la autora. Sabemos que los «blancos» tienden a no describir la piel de un personaje blanco en una sociedad «blanca» porque se da por sentado el tipo de raza que se tiene por cuestiones egocentristas. Las excepciones se dan en casos como el color extremadamente pálido de Draco Malfoy o el cetrino de Severus Snape.

Llegamos, entonces, a la pregunta clave: ¿es necesario describir la piel de un personaje? Ursula K. Le Guin diría que no. Yo digo que sí simplemente para poder visualizarlo mejor, igual que exijo su altura, su corpulencia o su color de pelo. Si Hermione hubiera sido pensada como un personaje de piel negra, tostada o de cualquier otra tonalidad, vamos a decir, «no dentro del espectro de los blancos caucásicos», se habría señalado, como hace J. K. Rowling con los personajes no blancos: Zabini, las hermanas Patil, Lee Jordan y otros pocos.

Y, diantres, ¿qué más te da decir el color de un personaje? ¿Es que te da vergüenza que el mundo sepa de qué color es?

Hermione Granger puede ser interpretada sin problemas por actrices o incluso actores de cualquier parte del planeta; puede ser dibujada como más guste al artista, pero el problema reside en que J. K. Rowling intente ser tan políticamente correcta que no es capaz de reconocer que ha cometido el «error blanco» de no resaltar cómo es la piel de sus protagonistas porque se da por sentado.

No es cuestión de racismo, sino de lógica. Si se quiere reinterpretar a Hermione Granger como un personaje negro, ¡adelante por favor! Pero sería conveniente aprender a separar a los autores que estuvieron preocupados desde el principio porque sus personajes estuvieran bien representados en la pantalla o las ilustraciones, de los que se suben al caballo a última hora para quedar bien.