[FF Harry Potter] Amon y Quest [Angst] (Actualizado en 26 de julio)

Fue en las vacacciones de verano, cuando estaba en su tercer año, que Quest fue invitada, junto con otros compañeros, a pasar un dia en la casa de los Krausz. Habia un numero razonable de personas para practicar el quiddicth y esa fue la actividad de la mayor parte de la tarde. Pero estaban prohibidos por los padres de Hórus de jugar con bludgers ya que Quest era la única golpeadora del grupo y era peligroso poner hasta mismo una sola de esas bolas en juego. Asi, la chica luego perdió el interés en lo partido y fue ahí que se dio cuenta del chico rubio sentado allí abajo, solo. Deducio que era el hermano de Horus. El que no tenia magia.

La chica entonces bajo con su escoba teniendo el cuidado de dejala un poco alejada. Si ella fuera squib no le gustaría nada que brujos andaran frotando sus escobas voladoras en su cara. Entonces ella camino tranquilamente hasta donde estaba el chico y se sento a su lado.

- Cansada? – él pregunto.
- Si. – ela respondio aunque no estuviera exactamente cansada. La palabra aburrida se encajaba mejor – Y tu?
- Porque estaría cansado si no he hecho nada la tarde entera?
- Justo por eso.
Él sonrio. Ella sonrio de vuelta. Amon sintio que ella era capaz de comprenderlo sin que tuviera que decir nada.

Él conocía Quidditch y hasta le gustaba lo deporto pero le frustraba no poder volar, entonces jugaba futbol en su colegio muggle. Quest pregunto algunas cosas sobre futbol y luego estaban hablando de otras tantas cosas como clases, libros y músicas.

Despues de ese dia seguirán hablándose por carta y viendose por veces en vacaciones. Cuentaban uno al otro lo que sucedia en su cotidiano. Eran buenos amigos y les gustaba pasar el tiempo juntos. Por la manera como volaba en la escoba Amon le dio el apodo de “pequeña lechuza” y ella se reía todas las veces que él la llamaba asi.

Cuando egressó de Hogwarts con notas excepcionales en los EXTASIS, Quest dicidio que daría un tiempo antes de seguir su camino, fuera cual fuera. Alquiló un apartamento en London City y pasó a cantar y tocar en un pub muggle. Ella y Amon se vian con frecuencia en esa epoca.

Ya pasaba de media noche cuando ella salió del pub acompañada de Amon. Era la primera vez que se quedaban solos en su apartamento. Eran amigos, sin dudas, y por veces un poco más que eso. Pero no hacia diferencia para los dos por que nome llamarían lo que tenían con cuanto fuera bueno.

Aquella noche ella habia bebido. Le gustaba la sensación de olvidar temporalmente algunas cosas y sentirse más leve. A Amon no le gustaban las bebidas alcoholicas. El efecto que causaban le molestaba. Le gustaba tener todos sus sentidos funcionando totalmente.

Se sentaron a hablar de la vida. Él estaba saliéndose bien entre los muggles, por lo menos hasta que alguien se enterara de sus padres y su hermano “raros”. Pero los muggles juzgaban todo raro. Lo cuanto creian que era raro entonces él, que no era ni brujo ni muggle?

A Amon le gustaba la compañía de Quest porque se sentía comprendido y querido. Quest veía el dolor en los ojos de Amon y de alguna manera sabia que era solo un alivio temporario para su tristeza, una distracion. Pero no se importaba ya que él también era, de certa manera, lo mismo para ella.

Pasaron aquella y muchas otras noches juntos apoyando uno al otro, hablando de su cotidiano y de lo que esperaban para lo futuro pero no hacían planes. Sus planes no incluían uno al otro y por un lado eso era la razón por la cual se sentían tan libres cuando estaban juntos.

Fue en una noche de esas en que estaban disfrutando de la liberdad que tenian juntos que Amon decidio que era hora de cuentarle a Quest su plan. Su unico y derradero plan para lo futuro.

- Quest, quiero te pedir una cosa. – él dijo – Es una cosa complicada pero es muy importante para mi y espero que comprendas.

Ella se quedo mirándolo y pensando en lo que podría ser. Se mordio lo labio. Será que él pretendía pedirle que fuera su novia? Despues de todo? Ella no podria aceptar. O negar. Eso era mucho más complicado de lo que parecia.

- Pida. – ella dijo.

Él respiro fondo.
- Yo quiero… que borres mi memoria.

Ella se mantuvo calma aunque la idea fuera absurda. Sentíase una tonta por lo que había pensado antes. Era obvio que él no le iba pedir que asumieran un compromiso. Al final era eso que él quería de ella, odiaba demasiado el mundo de la magia y quería olvidarlo. Olvidarse de lo que tenían los dos. Olvidarse de ella.

- Amon, yo no puedo… - ella empezó a decir pero él la interrumpió.

- Yo sé lo que eso implica. Yo no quiero olvidarme de ti. Seria inevitable pero… he pensado mucho sobre eso y creo que sea lo mejor para todos.

“Todos quien?” ella pensó “Es lo mejor para TI.” Él estaba siendo egoísta pero era bueno con las palabras. Podria convencer cualquiera de cualquier cosas… Pero ella no era cualquiera.

- No es esa la cuestión Amon. – dijo ella negando que la posibilidad de él olvidarla la hubiera afectado lo que, en secreto, le hirió a él – Es solo que… su familia. YO no puedo hacerlo, entiendes? Yo comprendo sus razones pero no está en mis manos quitarte de ellos de esa manera.

Contrariado y lastimado él asentio con un murmullo.
- Entiendo…

- Deberias pedirlo a Hórus. – ella añadio trás de alguns minutos de silencio.

- Si. Hórus. – él repitio. Como no habia pensando en eso antes? Su hermano jamás le negaria nada – Pediré a él. – dijo acuerdando antes de besarla apasionadamente. Y entonces hicieron amor por la ultima vez.

En la mañana siguiente, despues que Amon se fue, Quest le escribió a Hórus cuentandole sobre la conversación que había tenido con su hermano y la envió esperando que él tomara la decisión que fuera más correcta.

Siempre he tenido envidia de mi hermano. Suena malo y feo pero no puedo negar la verdad. Él tenia magia, la atención de nuestros padres, era más fuerte, era bueno en la escuela, era un deportista, las chicas morían por él y tenia el corazón de Quest.

Tal vez fuera eso lo que él más envidiaba. Ella era perfecta a mis ojos, me comprendía, me escuchaba, me daba atención, cariño, todo. Pero era enamorada de mi hermano. Era triste pensar que ella solo estaba conmigo porque yo era lo más próximo de Hórus que podía tener, aunque fuera una copia imperfecta. Pero cuando ella me miraba en los ojos y yo la sentía allí tan cerca de mi, éramos solo nosotros dos y no existía nadie más en todo el mundo.

Aun asi ella era una bruja y mismo con todas las cualidades que tenia no iba poder superar el prejuicio tan grande que había por el hecho de que yo era un squib. Aquello me dolia más que cualquier cosa. Ser un squib, ni brujo ni muggle, era lo que me separaba de todo lo que yo queria.

Entonces yo hice mis planes y convenci mi mejor amiga Rebecca a ayudarme. Con una buena dosis de chantaje emocional no era difícil conseguir cualquier cosa. Ella me hablo sobre el hechizo del olvido que podría causar amnesia permanente. Leí sobre él en sus libros y con base en él he construido mi salida de todo aquello que me hacia infeliz.

Pero a quien iba pedir que me diera el golpe final? Quien borraría mi memoria convencido de que estaba haciendo lo mejor? Rebecca ya se había negado. Ni toda la chantaje del mundo le haría mudar de idea. Entonces pensé en Quest. Ella me iba entender y apoyar. Ella haria eso por mi o entonces me daria una buena razón para no borrar mis recuerdos. Al menos fue eso que yo pensé.

Quest se negó. Cuando ella dijo con la voz medio ronca “Amon, no puedo.” mi corazón casi salió por la boca. Entonces ella no quería dejarme partir? No quería perderme? No. Ella no creia que fuera justo com mi família hacerlo. Como si fuera justo conmigo yo deberia haberle dicho pero me he callado. Y entonces el nombre de Hórus surgió en la conversación. Yo allí imaginando que ella me pediría para quedarme y ella me dice que lo pida a la única persona en el mundo que nunca me negaría nada.

Hórus sentíase culpado por mi condición. Obviamente no era su culpa, era acaso, destino, azar o sea la que nombre la gente quiera dar a eso. Por la culpa que sentía él me protegía, me hacia favores, intercedía por mi junto a nuestros padres… Y usando la culpa que él sentía yo le iba convencer a borrar los recuerdos que yo no quería más. Me olvidaría de que había un “mundo mágico” de lo cual yo fui privado de tomar parte, me olvidaría que tenia padres que por más que se esforzaran no conseguían amarme, me olvidaría de mi hermano perfecto que tenia todo lo que yo quería tener y me olvidaría de todo lo que nunca seria mio.

- Sabes como me siento? NI EN SUS PEORES PESADILLAS SABRIAS COMO ME SIENTO, HÓRUS! - gritaba Amon, sin control - No, no sabes como es... Alguna vez ya si sentió como si estuvieras cayendo? Como si estuvieras fuera de lugar? Como si... como si simplesmente no pertenecieras y nadie, NADIE es capaz de comprenderlo? - Hórus no sabia que hacer. Lo que su hermano le pidiera era mucho... él... él no podia...
Intentó hablar:
- Amon, yo...
- Tu que? Tu alguna vez ya quiso huir? Eres tu quien se encierra con la llave en su dormitorio y pone el radio tan alto para que nadie lo escuche gritando? No, no sabes como es! No sabes como es nunca sentirse bien. Tu no sabes como es ser como yo!
Hórus tragó en seco. De verdad intentaba imaginar lo que estaba pasando su hermano... lo que pasó su hermano todos aquellos anos pero...
- Hermano, estás cierto, yo no puedo imaginar pero...
- No, no puedes. No sabes lo que es estar dolido, sentirse perdido, como si estuvieran abandonadote en la escuridad... - las lagrimas corrieron por su rostro - Ser echado cuando estás deprimido, estar a punto de quebrarte al medio y no hay nadie para salvarte. No, no sabes como es.
- Pero Amon... - Hórus intentaba de nuevo - comprendes lo que me estas pidiendo?
- Eres tu quien tiene que comprender, Hórus, no yo. Eres tu quien deseo milliones de veces ser otra persona? Eres tu quien está cansado de sentirte rechazado? Yo estoy desesperado, hermano, para encontrar algo más antes que mi vida termine. Estoy atrapado en un mundo que odio. Estoy cansado de todos que me rodean con sus falsas sonrisas y sus mentiras estú*****. Estoy sangrando por dentro y tu no eres capaz de comprenderme. Tu no sabes como es sentirse como yo. - hizo una pausa - No. Nunca nadie te miente en la cara! Nunca nadie te apuñala por la espalda! Todos siempre te dieron lo que querías! Nunca tuvieste que hacer esfuerzo, siempre estaba todo alli en sus manos! Piensas que soy feliz? Que voy a estar bien? No, no voy estar bien!

Lo que Amon le pedia parecia simples pero no era. Le pedia para usar el hechizo del olvido para borrar su memoria del mundo de la magia para que pudiera vivir en el mundo muggle sin sentirse como si faltara algo en su vida. Habia pedido antes a Quest pero ella obviamente le diciera que no haria eso. Le dijo que entendia pero que no estaba en sus manos hacer algo asi sin que su familia supiera. Que deberia pedir a su hermano. Y ahora estaba Hórus con el problema en las manos y sin saber lo que hacer. Su hermano ya gritara y llorara diciendo que él no comprendia lo que era ser como él, que nadie comprendia.
Amon habia trazado un plan para si. Estaba ahora con 21 y se formara en la escuela muggle con buenas notas. Iba para los Estados Unidos para estudiar abogacia y no volveria a Europa, mucho menos a Londres ya que, mismo con la memoria borrada, no queria correr el riesgo de encontrarse con alguien de su pasado.
- Tienes certeza de que es eso que quieres? - le preguntó Hórus a su hermano despues de todo.
- Nunca tuve tanta certeza de algo en mi vida. - le respondió Amon que tenia en la mano la carta que habia escrito para si mismo explicando todo ya que no sabia como seria la sensacion despues que todo fuera borrado. Precisaba de alguien para explicarle quien era y nadie mejor que él mismo podia decirle todo lo que queria ser.
Hórus erguió su varita y dijo:
- Obliviate!
Y mientras la vision de su hermano se quedaba turbada Hórus salia del Regent’s Park con lagrimas en sus ojos y la sensación de que habia perdido su hermano para siempre.


- Seria egoísmo, Hórus. - decia Quest con la mano en su hombro horas más tarde cuando se encontraron en un pub - Porque privarías tu hermano de una vida feliz? Solo para no perderlo? Te digo que seria egoísmo. Hiciste lo que era correcto.

Perdida
Habia pasado aquella noche con Hórus, consolandolo, diciendo que no era su culpa, que Amon lo habia escogido, que lo habia planeado hacia tiempo, que él habia hecho lo correcto… Oculto unas tantas cosas más. Que lo amaba, que siempre pensara en él mismo cuando estaba con Amon, que siempre lo habia deseado como lo tenia alli en aquella noche, que lo queria para siempre.
Por la mañana Hórus se fue con su conciencia tranquilla y Quest hundió en la culpa. Pasó semanas deprimida, borracha, durmiendo, llorando y bebiendo. Cuando finalmente aparecio en el pub en una tarde, Ted, el barman, la miró y dijo:
- Estás horrible, Howl.
- Gracias. – ella contesto sentandose en una de las banquetas delante del balcon.
- Joe está furioso contigo por desaparecer sin avisar. Seria bueno si hablaras con él. – aconsejo el muggle.
- Yo hablaria si él no estuviera tan ocupado con la nueva mesera. – se oían los ruidos que hacian en el fondo del pub.
Ted rodó los ojos y ignoro los ruidos.
- Tomas algo? – pregunto.
Quest negó.
- Ya bebi demasiado.

Tras alguns minutos, Joe vino del fondo del bar  abrochando los pantalones. La mesera venia tras de él limpiandose algo de la comisura de los labios. Quest tenia ansias de vomitar pero se contuvo mirando muy seria a Ted como si no hiciera idea de lo que habia pasado.
- Oh, nuestra estrella está aun encendida?! – dijo Joe al verla, acercandose animado. Apestaba a alcohol, sudor y… otras cosas. Era el muggle más asqueroso que Quest ya habia conocido.
- No mucho. – contesto pero “No me toques” era lo que pensaba. En general funcionaba. El hombre erguio la mano con la clara intencion de apoyarla en su hombro pero la cambio de rumbo golpeando el balcon.
- Una cerveza Ted. – pidio, al que fue prontamente atendido – Donde has estado? – le pregunto a Quest tras dar un sorbo en la botella.
- Estuve enferma. – ella contestó. No era de todo mentira.
- Se nota. – dijo Joe abalanzando la cabeza – Cantas hoy, no? La chica nueva es buena… en servir las mesas pero canta como una bisagra oxidada.
Quest se rio por la comparación. Si cantaba como gemia si que era un desastre.
- Canto. – respondio.
- Pues ya al estrado que abrimos en media hora. – ordenó y salio dejando la botella vacia en lo balcon.