[FF Harry Potter] Una Vuelta de la Vida (parte uno)

Lo sabía, lo supo hacia tres semanas, lo supo desde el desde el momento en que la vio, en el segundo en que sus miradas se cruzaron y ella le sonrió, la amaba, estaba irremediable e irreparablemente enamorado de ella.
En los profundo de la cueva, a cientos de metros de profundidad del Lugar de los Muertos, Ñuu Ndiyi en la lengua del antiguo imperio  mexica o Mitla como se le conocía ahora, el fuego se levantaba en una gran columna yendo por ellos, ya sin escapatoria se abrazaron y esperaron la muerte juntos.
Tres Semanas Atrás
-James, gracias por venir con tan corta anticipación, esperamos no haber interrumpido nada importante.
- No que va – respondió sarcásticamente Ethan sentado junto a James – Solo estábamos por iniciar una importante excavación en Australia que nos había llevado meses en conseguir, pero nada más que eso…
- Ethan – dijo James serio haciendo que el chico se sentara de brazos cruzados y mirara duramente al ministro – no hay problema señor ministro, cuénteme ¿En qué puedo ayudarlo?
- Vera James, se recordara usted hace un par de años la expedición que lidero en México, sobre ese pueblo azteca no es verdad.
- Claro que lo recordamos – respondió Ethan – se refiere usted a aquella expedición que después de tres meses de arduo trabajo el ministerio decidió cancelar dios sabrá por qué razón dejándonos a nosotros sin nada y de brazos cruzados luego de haber invertido tiempo y equipo…
- Ethan – repitió James y el chico se calló.
- No, no, señor James no se preocupe el chico tiene razón, entenderán ustedes que en esos minutos se consideró que investigación no conducía a ningún puerto y que por eso se decidió suspender momentáneamente su continuidad, sin embargo – añadió el ministro antes de que pudieran replicar – hace unos meses, una inversión privada se adentró a las profundidades de la antigua ciudad de Milta topándose con algo inesperado – el ministro se voltio y saco una serie de fotos de su escritorio tendiéndoselas a James – como vera, como experto en culturas antiguas James lo necesitamos.
James miro las fotos un segundo y levanto la mirada al ministro sorprendido y emocionado.
- ¿De cuando son estas fotos? – Pregunto.
- De hace dos días, La lechuza llego hace solo unas horas.
- ¿Qué quiere de mi señor ministro? – Pregunto James entregándole las fotos a Ethan que intentaba verlas por sobre su hombro.
- Que parta de inmediato y también…
Sus palaras quedaron acalladas por el grito de Ethan
- ¡Por las barbas de Merlín! – exclamo el Ethan emocionado - ¡James esto es…!
- El traslador estará listo en una hora señor Virius – sonrió el ministro -  será mejor que se prepare lo más rápido que pueda, lo necesitamos en México hoy.
Mitla, México
Con un destello azulado James y Ethan  aparecieron en medio de un claro en meseta sobre la ciudad de Mitla, Ethan que había caído de rodillas al aparecer se paró de un salto y corrió para ver la ciudad desde la altura.
Desde esa posición podían observar por completo el valle, las antiguas estructuras de una de las ciudades más importantes del antiguo imperio mexica, a kilómetros del pueblo más cercano, el lugar era un santuario arqueológico tanto para los magos como para los muggles, conocido como el lugar más antiguo habitado del continente, Mitla ofrecía numerosas incógnitas para los expertos, sus murales, su configuración  y el mayor de sus misterios, su códice aun sin descifrar.
Tanto la comunidad mágica como muggle les intrigaba tal códice tallado en las murallas de la ciudad, los muggles creían que contaba la historia de la ciudad y de su creación, si bien no estaban del todo mal no sabían lo más importante, esa ciudad fue una cuna de magos,  fue una de las pocas civilizaciones donde los regentes eran magos y brujas que tenían influencia completa sobre la ciudad, sus trabajos orfebres y con metales que al mundo fascinaban fueron creados bajo la influencia casi perfecta de muggles con los magos,  dándoles formas y trabajos no conocidas en otros lugares del imperio, los estudios mágicos de la ciudad habían determinado tal códice no era solo una historia si no también algún tipo de hechizo que había permitido la armoniosa colaboración entre brujos y muggles.
Ethan se voltio hacia James con una sonrisa de oreja a oreja expectante.
- Ve – le dijo James – te espero abajo.
Ethan con una sonrisa aún más amplia dio un salto y se sacó túnica, se la lanzo a James quien la tomo en el aire e inicio el descenso, el chico, de una carrera, fue hacia el acantilado y se lanzó al vacío.
A media caída su cuerpo se contrajo, un plumaje  castaño oscuro cubrió su cuerpo, los brazos se le estiraron transformándosele grandes alas con grandes garras en vez de pies y con un pico ganchudo el águila retomo el vuelo con pesadas y fuertes batidas, lanzando un chillido se alzó en los cielos.
James siguió descendiendo mientras Ethan sobrevolaba la zona al llegar a bajo el águila descendió en picada y en medio del aire se transformó nuevamente en humano, con una voltereta se posó cerca de James este le lanzo la túnica y pregunto.
- ¿Que viste?
- La excavación se encuentra a un par de kilómetros de acá, el ingreso a la cueva está tapado por unos toldos así que no vi mucho, deben ser entre 10 y 15 personas en el equipo de investigación, pude ver unas cuantas trampas, nada de difícil de pasar pero están bien diseñadas, ni siquiera he podido acercarme mucho, había un repelente que me expulsaba, saben lo que hacen sin duda.
- Bien, eso no será problema, vamos.
Siguieron su camino en dirección al campamento bordeando trampas y hechizos, juntos fueron limpiándose el camino hasta llegar a la zona de las tiendas.
De la nada salió chica con cabello cortó y puntiagudo que se les puso delante con la varita alzada.
- ¿Quiénes son? ¿Cómo que han llegado acá?
- Buenas tardes – saludo tranquilamente James – mi nombre es James Virius y este es mi asistente Ethan Major, buscamos a el profesor Mattews, somos enviados del ministerio.
- ¿Usted es el enviado del ministerio? - pregunto asombrada la chica bajando la varita- perdone usted, la verdad no lo esperábamos hasta mañana y de hecho disculpe pero esperábamos a alguien mayor - dijo dándole una mirada a James que no aparentaba más de 30 años a pesar de su cabello blanco y de la cicatriz bajo la mejilla.
- No hay de que disculpar, entonces ¿podríamos ver ahora al profesor?
- Profesora.
- ¿Perdón?
- Es la profesora Mattews - aclaro la chica - por favor acompáñeme por acá- dijo indicándoles el camino - los llevare hasta su tienda.
Se adentraron en el campamento, de las tiendas salían varios trabajadores locales que se quedaban mirando extrañados a James, cuales facciones en esta parte del mundo eran extrañas, un grupo de ellos al mirar a Ethan murmuraban James alcanzo a escuchar la palabra “Nahual” antes de que salieran en dirección contraria asustados, James se sonrió.
Llegaron a la tienda central del campamento, que servía también de comando central de la excavación, la chica hizo pasar al interior a James e Ethan, al entrar se encontraron con un grupo de personas que conversaban acaloradamente, un tipo alto y bien vestido hablaba casi a gritos –
- Ah sido una irresponsabilidad de su parte profesora, debió de habernos informado a nosotros primero, esto es atrope… - Al ver entrar a Ethan y James se quedó en silencio – Esto es una reunión privada – dijo molesto - ¿Quiénes son ustedes?  ¿Qué significa esto Keeba? – le pregunto a la chica de cabellos de punta cuando esta entro a la tienda.
- Lo siento señor Maxwell, pero ellos son los enviados por el ministerio, el arqueólogo mágico James Virius y su asistente Ethan Mejor.
- Major – le corrigió Ethan guiñándole un ojo.
El sujeto se quedó callado mirando duramente a Ethan y James.
Detrás de él salió una mujer de estatura media, de cabello castaño y ondulado, vestía un pantalón de Jeans y camisa a cuadros ajustada con una pañoleta blanca amarrada al cuello, con una gran sonrisa en los labios se acercó a James e Ethan.
- Olivia Matthews, un placer finalmente conocerlo señor virus – se presentó la profesora tendiéndole la mano a James.
- El placer es absolutamente mío profesora – dijo James embelesado, una fuerte corriente atravesó su brazo al estrechar la mano de la profesora, su grandes ojos verdes y la  amplia sonrisa lo cautivaron, manteniéndolo atrapado por lo parecía un millón de años.
- Llámeme Oliva  – respondió Olivia sin dejar de mirar a James, su tez y cabello banco, sus dulces ojos grises, su rostro duro y serio hasta la cicatriz bajo el ojo eran una invitación para mirarlo por horas.
- Llámeme James.
Tras unos segundos en los que ambos se quedaron atrapados por la atracción Ethan levanto una ceja he hizo una forzada y fingida tos para que reaccionaran.
James y Olivia se separaron algo turbados.
- James déjeme presentarle a mi equipo, mi estudiante en práctica Keeba Reynolds, mi magoantropologo Agust Petterson, mi jefe de excavación Javier Moncada, quien nos ayuda también en tratar con gente de la zona - Luego presento  a las otras dos personas – Él es Oliver Maxwell y su asistente Milias Harrison, representantes de la firma que nos contrató para la excavación – luego dirigiéndose a ellos dijo – ¿les molestaría si continuamos la reunión en otro minuto?
- Claro que no – dijo el más alto de los dos de manera que quedaba claro que si le molestaba – volveremos otro día profesora.
Y sin despedirse de nadie ambos sujetos salieron por de la tienda rápidamente.
Olivia soltó un suspiro poniendo las manos en las caderas.
- Bien chicos que esto no nos detenga, venga vamos, a movernos – les dijo a su equipo y estos le sonrieron y salieron de la tienda despidiéndose de James he Ethan con una inclinación de cabeza – ¿Les gustaría refrescarse? – les pregunto a James e Ethan con jovialidad.
- La verdad Olivia preferiría que nos mostrara el lugar donde lo encontraron, quisiéramos ponernos ya a trabajar con él.
- Oh, ya veo – dijo mirándolo – muy bien, entonces vamos – dijo animada mostrándoles el camino.
Durante el camino James y Olivia fueron conversando animadamente, sin poder dejar de mirar cada tanto, algo incomodos Keeba e Ethan los seguían sin apartarse mucho de ellos, tras unos diez minutos de caminata llegaron a la zona de excavación, varias personas descansaban bajo las sombras de los árboles, saludaban a la profesora al pasar.
- ¡Cuidado! – Grito uno de ellos en español
James desvió la mirada de Olivia y justo frente a ellos venia una flecha a gran velocidad, rápidamente tomo a Oliva y la apretó contra su pecho corriéndola de la trayectoria de la flecha, los trabajadores rápidamente se levantaron y se congregaron alrededor de Olivia y James.
- ¿Están bien?
- ¿Les ha pasado algo?
Decían.
- Si estamos bien – dijo James en un perfecto español – ¿Olivia? – pregunto.
La profesora temblaba en los brazos de James, acurrucada y con la cara oculta en su pecho, James la envolvió con sus brazos y le dijo.
- Ya todo paso, tranquila –
Ella levanto la mirada, para ella solo existían los ojos de James en ese momento.
- Gracias – le dijo en voz baja.
Ethan se acercó con la flecha en la mano.
- Ha sido una flecha impregnada con un hechizo depulsor, muy normales en los templos egipcios y persas, sin duda la flecha data de unos setecientos u ochocientos años, lo sabemos porque el metal acá – dijo tocando la punta de la flecha – se nota más gastado, normal dado que es la parte que queda expuesta a la intemperie, si tuviera que adivinar, diría que se activa cuando su blanco se encuentra dentro de su ángulo de tiro, ósea – dijo apuntándola directo a su corazón haciendo que se la enterraba, al ver que James y Olivia lo miraban, aun abrazados, alzo la ceja y dijo – tranquilos el peligro ya paso, una vez lanzada el hechizo se desvanece.
James y Olivia se separaron, James miro duro a Ethan y le solicito mirar la flecha.
- Esta es la quinta vez que pasa – Dijo de inmediato Keeba quien se acercó a Olivia preocupada – y todas las veces han sido dirigidas hacia la profesora, en diferentes lugares dentro de la excavación, los lugareños dices que este lugar esta maldito, ya estoy empezando a creerles – dijo asustada.
James e Ethan se miraron un minuto extrañados, tratando de entender que era lo que ahí sucedía.
Apartado en el lugar de excavación, hacia el otro extremo del campamento Oliver Maxwell y Milton Harris caminaban hacia la salida donde los esperaba un auto negro completamente polarizado, los dos hombres subieron y se acomodaron en los asientos de atrás.
- ¿Qué haremos con ellos? – pregunto Harris.
- Nada por el minuto – dijo Maxwell  - dejaremos a ver en que avanzan, si tenemos, los eliminaremos también, uno más o uno menos no hará diferencia.
Mientras ellos se alejaban del lugar varios metros bajo ellos una roca esférica negra se iluminaba con extrañas figuras talladas en ella, tras un fuerte resplandor se apagó y quedo posada nuevamente en el pedestal dejando en penumbras el lúgubre atrio.